El pasado 1 de abril la Escuela Bancaria y Comercial festejó 95 años de iniciar sus actividades, aunque fue el 10 de marzo de 1929 cuando Alberto Mascareñas hizo la inauguración oficial. Fundada como parte del Banco de México, abierto cuatro años antes durante la presidencia de Plutarco Elías Calles y siendo secretario de Hacienda Alberto J. Pani. La idea era encargarse de la capacitación de los empleados, “para formar un personal apto y eficiente”. Se nombró director a Agustín Loera y Chávez que reunía las características de ser hombre de letras y de negocios.
Se trabajó durante tres años, de 1929 a 1931, iniciando con ocho profesores y setenta alumnos, todos empleados del banco. Un subproducto fue la impresión de los apuntes de la clase de Contabilidad Bancaria de Roberto Casas Alatriste y los de Contabilidad Comercial de Alejandro Prieto, que fueron origen del legendario libro Principios de Contabilidad del maestro Prieto.
Pero en 1932 los vaivenes burocráticos y presupuestales de aquellos gobiernos hicieron que Banco de México abandonara el patrocinio del proyecto, pero Loera y Chávez no estaba dispuesto a dejar morir algo que parecía ser la solución a problemas de la época. Se reunió con tres eminentes contadores, Roberto Casas Alatriste, Tomás Vilchis y Alejandro Prieto, y les preguntó si la escuela sería viable como negocio y los tres dijeron que no. Arriesgándolo todo Loera y Chávez decidió fundar la escuela como una institución privada asociado con algunos de los profesores fundadores, su acta constitutiva data del 22 de agosto de 1932. El grupo original sólo puede calificarse de eminente, entre otros estaban: Manuel Gómez Morín, Alfonso Caso, Alejandro Prieto, Alfredo Chavero, Eduardo Suárez, Roberto Casas Alatriste y Tomás Vilchis.
Las clases se iniciaron el 1 de septiembre de 1932, instalados primero en Madero y Palma 27, pasaron luego a Venustiano Carranza y Palma 44 y finalmente en 1942 a Paseo de la Reforma 202, edificio que ocuparon hasta 2017, para llegar a su actual ubicación en Liverpool 54. Esta escuela que durante años no tuvo sucursales tiene ahora presencia en doce ciudades.
En 1939 el presidente Lázaro Cárdenas mediante decreto la reconoce como una escuela libre de enseñanza, aunque hasta los años 70 del siglo pasado mantuvo la incorporación de su carrera de Contador Público al IPN, la cual se había fundado también en 1939. Ahora nadie lo recuerda, pero tuvo un internado en Paseo de la Reforma 560. A través del tiempo se ofrecieron estudios muy diversos como Contador Privado, Funcionario Bancario o la carrera secretarial, ya desaparecidos, y a partir de 1968 se agregaron la Licenciatura en Ciencias Administrativas y la Licenciatura en Banca y Finanzas, luego vinieron otras. La institución fue pionera en ofrecer cursos por correspondencia y luego de manera abierta, así como tener su propia editorial a partir de 1940.
Salvo unos meses en que Alfredo Chavero dirigió la transición, Agustín Loera y Chávez dirigió la EBC hasta su muerte en 1961, lo sucedió Alejandro Prieto quien estuvo en el puesto hasta que se retiró en 1991 y después han sido rectores Javier Prieto (1991-2014), Carlos Prieto (2014-2024) y desde hace algunas semanas Diego Prieto.
Estamos frente a un caso digno de estudio en el ámbito educativo.
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Nota
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