Holcim y Lafarge

Holcim, la cementera suiza fundada en 1912, y la empresa francesa Lafarge, fundada en 1833, anunciaron su fusión. Ubicadas en primer y segundo lugar en su ramo, crean lo que se ha denominado una mega cementera  que vende un poco más de 43 mil millones de dólares al año (22,200 aportados por Holcim y 21,000 por Lafarge). Después del intercambio de acciones Holcim conservará el control del 53% de la nueva empresa que tendrá operaciones en 90 países, en 15 de los cuales enfrentará cuestionamientos antimonopolio. Se habla de que deberá vender activos por casi 7 mil millones de dólares para superar las objeciones a la fusión. Nadie ve esto como una limitante, ya que las grandes cementeras tienen muy buenas relaciones entre sí y han hecho inversiones conjuntas e intercambios.

La diferencia importante entre ambas empresas está en el rendimiento sobre ventas que los suizos tienen de 8.15% y los franceses de sólo 3.95%. Lo anterior hace obvios los objetivos de la fusión que son la reducción de costos, la reducción de deuda y aprovechar el auge de una industria que se dice crece al 20% anual y seguirá aumentando (hay quienes afirman que lo único que el mundo consume más que cemento es agua), pero no al mismo ritmo en todos los continentes, ya que Europa y Estados Unidos no parecen ser por ahora los mercados más atractivos, ni lo serán en el futuro. La fusión, inclinada a Holcim, se explica por sus mejores números y por su visión del futuro ya que ha penetrado con más decisión en los mercados que se visualizan como de mayor crecimiento en los próximos años: Asia-Pacífico donde tiene el 36% de sus ventas contra el 18% de Lafarge y Latinoamérica con 28% contra 6%. La empresa suiza además tiene 71,000 empleados en todo el mundo y los franceses 65,000, lo cual puede también hablarnos de la mayor eficiencia de Holcim y como la reducción de costos será en Lafarge.

Los competidores más cercanos, la alemana Heidelberg que venden 18 mil millones de dólares y la mexicana Cemex que vende 15 mil millones de dólares anuales han quedado muy por debajo en la competencia. La ventaja es que estas dos empresas pueden verse beneficiadas por las ventas de activos antes mencionada, que les permitirá un pequeño crecimiento.

Pareciera una fusión de iguales pero, en realidad, Holcim hará más eficiente a su antigua competidora y puede generar una sinergia muy importante que la coloque todavía más adelante de lo que los números nos muestran el día de hoy. ¿Para competir será necesario que Heidelberg y Cemex se fusionen?

francisco.calleja52@gmail.com

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