Mexicana: fin de la historia

La declaratoria de quiebra de Mexicana de Aviación, después de 43 meses de concurso mercantil termina la historia, iniciada en 1921, de una aerolínea dominante del mercado, con una participación de más del 22% en 2009, cuando Aeroméxico no llegaba al 19%. Durante su existencia se permitió que los sindicatos fueran cada vez más poderosos y exigieran condiciones que dañaban la viabilidad financiera de las aerolíneas. Los que aceptaron esto intervinieron para que las dos aerolíneas siguieran funcionando gracias al dinero de las arcas nacionales, para no evidenciar su política equivocada.

El problema detonó al decidir que las aerolíneas estuvieran en manos de particulares y sobrevivir como cualquier otra entidad mercantil sujeta a la libre competencia. Los sindicatos siguieron pidiendo condiciones laborales privilegiadas y nadie los frenó o cuando menos los concientizó de lo que sucedería de continuar con esa tendencia. Algunas aerolíneas fueron suspendidas, como Aviacsa y aparecieron otras de bajo costo que comenzaron a fragmentar el mercado. Lo anterior puso en crisis a Mexicana y Aeroméxico.

Aeroméxico optó por aumentar su capital y luchar por el mercado, Mexicana eligió permanecer igual, sabiendo que el final era inminente, pero suponiendo que algo la salvaría. Se llegó a la situación de no poder cumplir con los pasivos y necesitar una fuerte inversión de capital o que los sindicatos redujeran sus privilegios o que se pasaran del otro lado de la mesa y se convirtieran en socios.

Los sindicatos no quisieron reducir sus privilegios y ser dueños de la empresa tampoco, porque tendrían que volverse razonables y eso no es cómodo. Un nuevo inversionista necesariamente impondría condiciones de salud financiera antes de entrar y reduciría el peso de la nómina. La venta de la empresa falló cuando menos en dos ocasiones y las demás aerolíneas vieron crecer su participación en el mercado.

Ahora sólo queda esperar el nombramiento de un síndico que revisará a fondo la contabilidad y hará un inventario de los activos que quedan e incluso puede preparar un nuevo balance que refleje realmente la situación de la empresa en el momento actual. Esto permitirá proceder a la liquidación para pagar lo más que se pueda a los acreedores, que se dice son más de veinticinco mil, entre los que están los trabajadores y más de nueve mil clientes que no han logrado recuperar el precio de boletos que nunca pudieron usar.

francisco.calleja52@gmail.com

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