El progreso de la enseñanza de la contabilidad

20140503-083914La enseñanza de la contabilidad, supongo que algunas otras áreas adolecen del mismo problema, ha estado plagada de opiniones personales, costumbres y falta de actualización desde hace muchos años.

Las universidades confían a alguien el encabezar el área académica contable y esa persona dicta sus personales puntos de vista de lo que debe enseñarse. Me ha tocado ver en diferentes instituciones y ciudades de este país opiniones de lo más variadas, pero lamentablemente arcaicas que luchan por sobrevivir gracias a un profesor que no ha podido actualizarse. También porque se ha convertido en moda que todo mundo opine sobre contabilidad, sobre todo los no contadores. Ejemplos: un contador que explicaba costos a base de fórmulas matemáticas, porque así lo aprendió en su juventud y que cuando finalmente fue sustituido, los alumnos expresaron que la materia era fácil cuando no la explicaba él. Un profesor que quería hacer exámenes sin límite de tiempo, en los que pedía todo un ciclo contable de registro, más o menos como hace cincuenta años. En lo relativo a opiniones de otros profesionales, economistas que opinan: ¿Por qué no le llamamos contador público y auditor a la carrera? Más o menos como le llamaban hace cuarenta años algunas escuelas de segundo nivel. Profesionales que se preguntan ¿cuál es la diferencia entre un contador y un financiero? y ¿cuál es la característica que diferencia a un contador, por qué ellos nunca la han entendido?

Dentro del área de costumbres está el hacer difícil la materia de costos, por ejemplo, a base de calcular varios procesos con varios productos con diferentes métodos de registro de salidas de almacén para las materias primas, en un primer curso de costos explicado a no contadores. Costos es una materia que debemos enfocar parte a entender los sistemas y parte a tomar decisiones, pero no vale la pena complicarla con cálculos excesivamente detallados.

En falta de actualización el empeño en seguir colocando los pagos anticipados fuera del activo a corto plazo o circulante cuando la NIF C-5, y antes el boletín respectivo, lo envían allí desde 1981.

Este grupo de circunstancias hace difícil el progreso de la enseñanza de la contabilidad, así como la falta de estudios sobre el mercado laboral del contador y la casi nula comunicación entre los profesores de las universidades del país.

Los caminos para enseñar contabilidad pasan por superar las opiniones personales, la actualización, la comunicación entre profesores y el olvido de ciertas costumbres que no son más que eso y no están soportadas en ideas científicas.

francisco.calleja52@gmail.com

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